Aunque las imágenes son actuales, aquello que retratan
tan solo tiene 52 años…tan solo…
Una exposición francamente buena, propaganda del
régimen y frente a ella un impresionante despliegue artístico como revulsivo y
denuncia ante tanta corrupción, hipocresía y mentiras. Lo único a lamentar, es
la sensación de estar anclados en un bucle infinito.
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